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Archive for 2009

Diciembre 31
Recuerda todos sus beneficios
Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Salmo 103:2

Llegamos al último día, a la última mañana del año. No todos los que comenzaron este año han podido terminarlo. Lamentablemente, de los que lo terminan, no todos lo acaban felices, con su relación matrimonial estable, con una buena relación con sus hijos, con la seguridad de un salario mensual, con salud y fortaleza física, con fe y confianza en Dios, como nosotros lo terminamos.

Indudablemente, esto nos debe llevar a un acto de gratitud a Dios, que nos ha concedido otro año más, 365 días, casi nueve mil horas y más de medio millón de minutos. Hay razones abundantes para alabar agradecidos a Dios con todo nuestro ser, nuestra alma y nuestro espíritu por todos sus beneficios. Los milagros de Dios son milagros de todos los días. Hay material en cantidad para expresarle gratitud.


Hace algunos años, mi esposa me comunicó que había descubierto en su cuerpo unas manchas oscuras. Fuimos a ver al médico, quien la examinó y le recetó algunos medicamentos. Como no mejoró, regresamos para verlo nuevamente. Esta vez dijo que era algo grave y que tenía que ser hospitalizada. A partir de ese día todo se complicó, y las cosas comenzaron a ir de mal en peor. Los médicos no acertaban cuál era la enfermedad.

Un derrame cerebral la dejó inconsciente y le paralizó la parte derecha del cuerpo. El médico me comunicó que el daño era irreversible y que, si sobrevivía, quedaría paralizada en silla de ruedas. Luego se me comunicó que sería llevada a la sala de cuidados intensivos. Unas horas más tarde, se me pidió autorización para colocarle los aparatos para darle respiración artificial. Luego el médico vino a verme para decirme: «Prepárate para lo peor».


Junto con muchos hermanos, doblé las rodillas clamando a Dios por un milagro. Y el milagro llegó. Un sábado, a la puesta del sol, Dios manifestó su poder. Mi esposa sanó totalmente. Los médicos no salían de su asombro y dijeron: «Esto no tiene explicación. Lo único que podemos decir es que es un milagro».

Junto contigo, que también has disfrutado la manifestación del poder de Dios en tu vida, canto y digo: «Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios» (Sal. 103:2).

Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/

COMENTARIOS DEL DIRECTOR WEB:

Desde este espacio, quiero agradecer a nuestro amado Dios por sus cuidados y bendiciones de este año 2009 , porque por su misericordia y amor seguimos teniendo oportunidades para ser mejores cada día y felicito y agradezco a los lectores de este web blog por cada una de sus visitas , esperamos que el 2010 sigamos siendo bendecidos con tan hermosas reflexiones para vivir.No olvidemos que Dios nos ama y acepta como somos pero para transformarnos cada dia. Que en este nuevo año podamos acercarnos mas a El y veremos los resultados en nuestra vida.

Que tengamos todos un Feliz y bendecido Año 2010, al lado de nuestro Amoroso Señor y Creador.

Sinceramente;

JOHN CARLOS SOTIL LUJAN

DIRECTOR DEL WEB BLOG REFLEXIONES PARA VIVIR Y DEL GRUPO PROFESIONAL

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Alcen los ojos
No decís vosotros: «Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega?» He aquí os digo: «Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega».
Juan 4:35

Los discípulos miran hacia donde el Señor les indica y lo que contemplan les llena el corazón de asombro. Hace todavía una hora recorrían las calles de Sicar, buscando provisiones. La gente los miraba con aire de desconfianza. Tampoco ellos se sentían a gusto en medio de los enemigos de su nación y de su culto. Ahora, apenas minutos después, aquellos mismos samaritanos medio paganos acuden en tropel a Jesús, y perciben que van a tener un puesto con ellos en el reino de los cielos.
Los discípulos habían estado con aquella gente mientras compraban alimentos en la ciudad. Intercambiaron con ellos únicamente las palabras indispensables para procurar las provisiones. Probablemente no se les ocurrió revelar su identidad a aquellos extranjeros, ni mucho menos confiarles que habían hallado al Mesías. No les habían dicho nada. No les hablaron nada de la espléndida causa a la que se habían consagrado totalmente. No les habían dejado traslucir nada acerca de su nueva vida por el poder de Jesucristo. ¡Qué tragedia! ¡Los discípulos de Jesús en la ciudad y nadie lo supo!

«Alzad los ojos y contemplad» es la orden del Maestro. La gente es menos mala de lo que imaginamos, y está menos alejada del evangelio de lo que muchas veces suponemos. Y vamos y venimos en medio de ellos, sin pensar siquiera en comunicarles algo de nuestro cristianismo, o sin atrevernos a hacerlo.

¿Cuándo nos decidiremos a romper de una vez los negros cristales con los que nos empeñamos en contemplar la vida y el mundo? ¿Dónde están esos campos de mies?
Como requisito de la asignatura de Evangelismo Personal, Jonás, un joven estudiante de una de nuestras universidades, visitaba un barrio de la ciudad, haciendo contactos misioneros. Mientras llamaba a las puertas para ofrecer la revista Prioridades, en uno de los hogares que visitó se encontró con una señora que, después de escuchar sus palabras, le dijo: «Usted es la respuesta a lo que he estado pidiendo a Dios. Me encuentro desesperada, a pesar de todo lo que poseo. Siento en mi corazón una profunda necesidad, que nada ni nadie puede llenar». Ese día comenzó un nuevo amanecer para esa angustiada señora. Jesús llegó a su corazón y llenó su vida con la paz que solo él puede ofrecer.


Los campos están maduros para la siega. Pasar inadvertidos o guardar silencio es un pecado grave. Muchos están esperando que compartas con ellos la gran salvación que has encontrado en Jesús.

Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/


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Diciembre 29 :
Ven con humildad, o no vengas
Jehová exalta a los humildes, y humilla a los impíos hasta la tierra. Salmo 147:6


Sé que el título para la lectura de hoy suena duro. Pero lo que enseña es verdad. En otra parte de la Biblia dice: «Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes» (1 Ped. 5: 5). Y la razón es clara: Dios es el ser más humilde. Y no comulga con los soberbios; no se lleva bien con ellos, ni puede caminar a su lado. La razón es bien sencilla: la respuesta negativa a la pregunta retórica «¿Andarán dos juntos si no están de acuerdo?»
Si hablamos de personas dominadas por el ego, Aman probablemente está a la cabeza. Aman era el segundo después del rey. Era honrado y reverenciado por todos los ciudadanos del imperio, pero había algo que no podía comprar: la obediencia de Mardoqueo. El judío se negaba a postrarse delante de Aman, y ello hería el orgullo del primer ministro persa. Tan profunda era la herida de su orgullo que urdió un plan para exterminar no solo a Mardoqueo, sino a todo el pueblo judío.


El orgullo es destructor. ¿Has visto algo destruido por el orgullo? Somos muchos los que lo hemos visto destruir matrimonios, cuando ninguno de los dos cónyuges se humilla a decir: «Lo siento, fue mi culpa». Lo hemos visto destruir a los mejores hombres, que creyeron que su posición la habían alcanzado por sus propios esfuerzos y no por la gracia de Dios. Hemos visto al orgullo destruir amistades de toda una vida, simplemente por no decir «Perdón, me equivoqué».
Jesús contó una parábola acerca de un hombre orgulloso. Había sido bendecido con grandes cosechas. Se enorgulleció y empezó a construir graneros inmensos para guardar grandes cantidades de cereal, olvidándose de que su fortuna y su éxito venían de Dios (Luc. 12:13-21). Jesús lo llamó "necio". La verdad es que ser orgulloso es ser necio. Aman, a causa de su orgullo, se procuró una vergonzosa derrota.


¿Quieres acercarte a Dios? Entonces, acude a él con un corazón humilde. Si no, ni te molestes. Si tu corazón está lleno de orgullo, no hay ni siquiera un rinconcito para él cerca de Dios.
Quiera Dios que tomemos la decisión hoy de apartarnos del ego y del orgullo. Que seamos humildes en cada uno de los aspectos de nuestra vida. Entonces podremos tener un compañerismo íntimo con Dios, porque él «habita en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu» (Isa. 57:15).


Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/
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Principios paulinos para afrontar la tentación
Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:41


Martín Lutero dijo: «No podemos evitar que los pájaros vuelen sobre nuestra cabeza, pero sí que hagan nido en ella». La tentación es inevitable; sin embargo, la manera en que se afronta es un asunto de elección. Para que la tentación no nos lleve al pecado, debemos hacer nuestras algunas recomendaciones del apóstol Pablo:
«Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen» (1 Cor. 6:12). Pregúntate: «Si decido hacer esto o aquello, ¿cuan saludable será para mi vida espiritual, mental y física?» No debe fomentarse lo que no nos ayude a progresar en la vida cristiana.
«Todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna» (1 Cor. 6: 12). Pregúntate: «¿Formará esto un hábito que posteriormente me llevará a hacer lo que no quiero y finalmente estaré bajo su dominio? ¿Me llevará esta práctica a convertirme en esclavo de un vicio?»


«No comeré carne jamás para no poner tropiezo a mi hermano» (1 Cor. 8: 13). Pregúntate: «¿Será mi acción un motivo para perder mi influencia sobre los demás? ¿Dejaré de ser respetado?» Como cristianos, estamos en este mundo para aportar algo importante. Somos las señales puestas por Dios para indicar al extraviado cómo encontrar el camino verdadero que conduce a la felicidad y a la vida eterna. Somos la prueba que Dios muestra al mundo para enseñar a los pecadores el poder que hay en el evangelio para cambiar la maldad en el corazón humano.


«Hacedlo todo para la gloria de Dios» (1 Cor. 10: 31). Pregúntate: «Si decido hacer esto, ¿daré honor a Dios? ¿Exaltaré su nombre?» Todo pecado desprestigia a Dios, deshonra su nombre y lleva a los incrédulos a hablar mal de nuestro Padre celestial.
Hacerte estas preguntas te llevará a conocer si lo que haces es correcto o no, si debes tomar o no una decisión, si debes aceptar o no un ofrecimiento, si debes asistir o no a una invitación o permitir ciertas compañías. Sabrás si tu manera de conducirte te afectará a ti, a otros y, en último término, al reino de Dios.


Toma hoy la decisión de practicar los consejos del apóstol Pablo. Te ayudarán a elegir bien, a adoptar las mejores decisiones y a ganar muchas victorias con la ayuda de Dios.

Diciembre 27 : Dar con sacrificio
Y el rey dijo a Arauna: «No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada». Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata. 2 Samuel 24:24


El Señor había dado instrucciones a David para que ofreciera un sacrificio que detuviera la plaga que había caído sobre Israel por causa del censo del pueblo. El jebuseo Arauna puso a disposición de David todo lo necesario para realizar el sacrificio. Según el versículo de esta mañana, David rechazó de plano el ofrecimiento aparentemente generoso de su subdito: «No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada» (2 Sam. 24: 24).


En la respuesta de David podemos observar un principio fundamental: Los sacrificios que no tienen precio carecen de valor. David rehusó tomar lo que Arauna le ofreció, porque entendía que todo lo que se ofrece al Señor debe ser lo mejor, lo primero, lo que se necesita, y nunca lo que sobra. Los sacrificios que no tienen un coste no reflejan cuánto amamos a Dios, ni muestran reverencia y adoración.


Este principio nos enseña que debemos dar no de lo que nos sobra, sino de lo que nos cuesta. Lo que sobra rara vez duele, precisamente porque no lo necesitamos. La actitud cicatera de muchos cristianos queda perfectamente ilustrada con la siguiente fábula.


Un día se encontraron un billete de cien dólares y un billete de un dólar. El primero estaba nuevo y sin ningún maltrato; daba la impresión de que había sido tratado con cariño y mucho cuidado. En cambio, el segundo estaba todo envejecido y casi roto. Este le preguntó al de cien dólares: «¿Qué tal? ¿Cómo te ha ido?» La respuesta fue: «Muy bien, he viajado mucho. He estado en Europa, en los Estados Unidos, en los casinos de las Vegas, en los mejores hoteles, en los restaurantes más lujosos y costosos». El otro replicó: «¡Qué dichoso eres! A mí me ha ido muy mal. Solo me han llevado al templo y me han dejado en el plato de las ofrendas».
Decide hoy reverenciar al Señor dando lo mejor de tu tiempo, de tu dinero, de tus talentos y de tu vida. Solamente cuando estés realmente dispuesto a ser consecuente con el sacrificio de Cristo, que te exige la negación de ti mismo, verás un fruto genuino en tu vida espiritual. David entendía esta realidad, y por eso ofrendó con sacrificio.


Diciembre 26: Olvídate del bote salvavidas
Entonces los marineros procuraron huir de la nave, y echando el esquife al mar, aparentaban como que querían largar las anclas de proa. Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: «Si estos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros». Hechos 27:30,31


Al final de su tercer viaje misionero, Pablo fue arrestado en Jerusalén. Estuvo preso más de dos años aguardando la tramitación de su caso y su envío a Roma, donde tendría lugar finalmente su juicio. Llegó por fin el día en que tomaría el barco para ir a la capital del imperio. En la travesía, el barco sufrió los embates de una terrible tempestad, tan intensa que la embarcación perdió su curso y amenazaba con el naufragio en alta mar.


¿Dónde está nuestra verdadera seguridad?
La mayoría de nosotros tenemos "botes salvavidas" que mantenemos cerca de nosotros "por si acaso". Aun después de haber aceptado el perdón y la gracia salvadora de Jesús, tendemos a echar mano de nuestros botes salvavidas, por si no hemos sido completamente perdonados por Jesús. Decimos que ponemos nuestro futuro en las manos de Dios, pero siempre nos aseguramos de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para asegurar el bienestar en nuestra vida por si Dios no se manifiesta.


Decimos entender el concepto de la eternidad y la idea de que nuestra vida es, como dice Santiago 4:14, «neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece», pero, aun así, nos esforzamos en exceso por alcanzar títulos y posiciones elevadas para que nuestros amigos y familiares reconozcan nuestro éxito. Decimos que queremos vivir para Jesús y alabar a nuestro Padre celestial por toda la eternidad, pero no queremos perdernos los placeres inmediatos de este mundo, por si fuera mentira el cielo.
El problema de esto es que si mantenemos un pie en el barco, o sea, Jesús, y otro en el bote salvavidas, o sea, el mundo, nunca viviremos como Dios desea. No tiene sentido decir que confiamos plenamente en Dios y sus promesas si las incertidumbres y las dificultades de la vida hacen que fluctuemos entre el barco insumergible y el esquife. Olvidarnos de este implica depositar nuestra confianza plenamente en Dios, creer que las promesas hechas en su Palabra son verdaderas, y vivir de acuerdo a lo que él, en su amor, nos pide.


¡Debemos permanecer en el barco! Una relación salvadora estrecha con Jesús implica que hemos reconocido que hay una tormenta que amenaza con hundirnos, pero también implica aferrase al único barco de perdón provisto para nosotros. Aferramos a Jesús y su gracia es la única forma de salvarnos, porque no hay otro nombre bajo el cual se encuentre la salvación. Olvida hoy tu barquito salvavidas y aférrate al barco grande y seguro que te llevará al reino de los cielos.

Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/
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Negarse a uno mismo
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará. Lucas 9:24


Alguien ha dicho que lo que se predica hoy desde nuestros pulpitos es un evangelio edulcorado. Vivimos en una época en que la buena nueva del evangelio se ha convertido en algo tan de uso común que ha dejado de ser evangelio. Parecería que seguir a Cristo no implique ningún cambio, como si ser discípulo de Jesús fuese algo semejante a ponerse una pegatina que diga «Soy cristiano», y eso sería todo. Con la invitación a seguir a Cristo que se extiende desde algunos pulpitos, da la impresión que lo único que se requiere del que acepte tal invitación es decir algunas palabras, creer intelectualmente o caminar por el pasillo hacia el frente, sin tener que cambiar nada. Jesús dijo a todos los que lo escuchaban: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niegúese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame» (Luc. 9: 23).
Cuando el apóstol Pablo se encontró con Jesús en el camino que conducía a Damasco también encontró su propio final, pues ese encuentro extraordinario fue el punto final al odio que había respirado contra los cristianos, el final de su orgullo, de su justicia propia, de su nacionalismo, de sus esperanzas, de sus sueños y de sus objetivos. Supuso una decisión de entregarse a la muerte, no por suicidio, sino por el simple hecho de apartarse de su antiguo yo y de comenzar una nueva identidad en Cristo. Cuando se produce el milagro de la conversión, todo lo que se posee queda a completa disposición de Jesús, para los propósitos que él estime convenientes, y nada de ello deberá nunca obstaculizar la obediencia absoluta a su mandamiento de amor.Jesús no desea engañarte con un cebo, ni te propone tampoco un trueque para que lo sigas.
Aparte de su persona, no te ofrece nada "a cambio" para que lo sigas. Él es completamente franco con respecto al costo. Preguntó: «¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? [...] ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?» (Luc. 14:28,31).Permite que el llamamiento a seguir a Jesús sea respondido por ti de forma clara y sincera. Jamás te lamentarás de hacer lo que él te pida. Por el contrario, encontrarás gozo en la obediencia y deleite en entregarle todo a él.
Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/



Nada que temer
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas.
Josué 1:9

El mandato que con más frecuencia se repite en las Escrituras para los hijos de Dios es el de no tener temor. Se da más de 360 veces en toda la Biblia, y cada vez que aparece los autores bíblicos hacen mucho hincapié en él. «¡Sean valientes! ¡No teman!» Eran palabras que oyeron desde los pastores que vieron a los ángeles anunciando el nacimiento de Jesús, hasta los discípulos que vieron caminar a Jesús sobre las aguas y creyeron que era un fantasma.La Biblia está repleta de exhortaciones a no temer.
Una de estas exhortaciones la encontramos en Isaías 41: 8-10: «Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia».
En las Escrituras se presentan exhortaciones enfáticas a no temer son hechas porque el temor nos paraliza. El temor hizo que los israelitas prefirieran creer a los diez espías que afirmaban que la tierra era inconquistable a creer el mensaje optimista de Josué y Caleb. El miedo era lo único que se interponía entre Israel y su herencia.También hoy el temor puede privarnos de nuestra herencia. Una parábola de Jesús lo ilustra de esta manera: «Por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí» (Mat. 25: 25,26). Paralizado por el miedo, este hombre escondió el talento en la tierra. Por su temor, el siervo recibió de su señor la evaluación de ser un ocioso y un perezoso. Por el temor de no hacer nada mal, terminó no haciendo nada bien. No hizo nada en absoluto.
¿De dónde proviene nuestro valor para desechar completamente el temor? Atesoremos en nuestro corazón estas palabras del segundo Evangelio: «Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron» (Mar. 16: 6).Hoy Dios quiere que deseches todo temor, porque si de verdad crees en un Cristo resucitado que venció la muerte, no habrá nunca nada que temer.
Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/

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Endulza tu amargura
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios;que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados. Hebreos 12:15


Esta declaración se basa en Deuteronomio 29:18: «No sea que haya en vosotros raíz que produzca hiél y ajenjo». «Se aplica a cualquier persona de la iglesia dada a las discusiones con el deliberado propósito de fomentar mala voluntad y división entre los hermanos. Una raíz de amargura generalmente germina en la oscuridad de algún alma marchita, y luego florece convirtiéndose en una crítica pública y maligna contra los dirigentes de la causa de Dios en la tierra, y hace que los hermanos se dividan entre sí» (Comentario bíblico adventista, t. 7, pp. 501,502).


La amargura es una condición espiritual enfermiza. Conlleva un deseo excesivo de venganza capaz de todo. Está a la cabeza de la lista de los problemas que ahuyentan al Espíritu de Dios: «Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia, y toda la malicia» (Efe. 4: 31).Es muy difícil curar la amargura, porque la persona amargada se acostumbra a vivir con ese espíritu, considerando que su comportamiento es normal y parte de su personalidad. Por desgracia, quien tiene este problema tampoco percibe el daño que le ocasiona la amargura.


Los efectos de la amargura son graves: pérdida del dominio propio, irritabilidad, insomnio, depresión, negatividad, y malestar del ser en su conjunto. La amargura ahuyenta al Espíritu de Dios. Sin embargo, cuando arrancamos la raíz de amargura, el Espíritu Santo toma posesión y control de nuestras vidas.Todos los cristianos deseamos llegar a ser como Jesús. Si ese es nuestro objetivo, el primero y más grande paso que debemos dar es el de ser personas dulces, en las cuales no tenga cabida la amargura.


¿Cómo sabremos que hemos triunfado y nos hemos deshecho de la amargura? Hemos arrancado la raíz de amargura cuando nuestra vida está dominada por el amor y ya no deseamos vengarnos de nuestros ofensores; cuando nuestra boca ya no pronuncia palabras hirientes que afecten la reputación de los demás. Seremos completamente libres de la amargura cuando les deseemos el mayor de los éxitos a nuestros ofensores.Decide hoy poner a un lado la amargura. Pide al Señor que te dé un carácter dulce. Que tu oración sea: «Señor, ayúdame a ser una persona de carácter dulce, a la cual todos quieran acercarse porque sienten la presencia divina en su vida».
Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/


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Diciembre 20
El precio de la falta de oración
Velad y orad, para que no entréis en tentación;el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:41



Has considerado el altísimo precio que hay que pagar por vivir una vida falta de oración? Considera por un momento el caso de un predicador de mucho éxito, que, inesperadamente para sus seguidores, cayó víctima del pecado del adulterio. Cuando se le preguntó cuál había sido la razón de su poco edificante conducta, contestó: «Todo comenzó cuando descuidé mi vida de oración».
Todo el mundo tiene que pagar un alto precio cuando permite que la oración no sea prioritaria en su vida.Cuando la oración no es algo esencial en nuestra vida, perdemos la preciosa oportunidad de pasar tiempo a solas con el Señor. En tal situación, se experimenta un vacío en el corazón, acompañado de un extraño sentido de intranquilidad e inseguridad y zozobra. En cambio, cuando vivimos una vida de mucha oración, el peso de las cargas se aligera enormemente, pues es quitado de nuestros hombros por la mano poderosa del Altísimo.Si la oración es tan vital como el aire que respiramos, si la oración es considerada el aliento del alma, ¿por qué hay tantísimas personas que eligen orar tan poco?
La triste realidad es que muchos se han acostumbrado a vivir vidas débiles y fracasadas, y a aceptar el funesto error de que no necesitan de la oración. Como consecuencia de cultivar un estilo de vida semejante, ponen toda su confianza en ellos mismos, en sus recursos y en su propia capacidad, en lugar de ponerla en Dios y en su omnipotencia. Así se vuelven vulnerables y corren el riesgo cierto de que les sobrevenga un desastre.¿Cuál es la solución para evitar una vida pobre en lo que respecta a la oración? La solución se encuentra en dar una alta prioridad al compañerismo y a la comunión con nuestro Señor. Después de todo, necesitamos mantener nuestro compañerismo con Dios para escuchar su voz y conocer su voluntad para nuestra vida.Si has permitido que ciertas cosas se interpongan entre tú y tu Padre celestial, si has permitido que algún pecado destruya tu vida de oración, confiésalo a él hoy. Cuando de nuevo revitalices tu vida de oración, que es la clave de toda victoria y la antesala de toda vida poderosa, serás capaz de experimentar las bendiciones del cielo, y tu vida cristiana será saludable.




Diciembre 19
La gran evasión

Dijo luego Jehová a Noé: «Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto juslo delante de mí en esta generación»Génesis 7:1



Imagínate que eres la única persona fiel que queda en la tierra, el único ser humano que agrada a Dios. Esa es la situación en que se encontraba Noé. Debido a la fidelidad de aquel patriarca, Dios le preparó una manera de huir de una destrucción segura por el diluvio que él enviaría sobre toda la tierra.La huida de la destrucción fue un plan muy elaborado. Noé construyó un barco bastante largo y ancho, y tan alto como un edificio de cinco plantas. Era una construcción majestuosa, calculada para soportar turbulencias marinas considerables y vientos huracanados. Es posible que aquel barco imponente, construido sin ninguna herramienta moderna, pudiera caber solo en los estadios olímpicos de nuestros días. El arca era de medidas grandes precisamente porque había sido diseñada para que entraran en ella muchas personas, aparte de animales. Sin embargo, en el arca únicamente entraron ocho personas, todas de la familia de Noé, por ser él el único hombre bueno y justo delante de Dios, según lo describe la Biblia.Ahora imagínate todo lo contrario. Imagínate que eres el único pecador que hay en la tierra. No el pecador más malo, sino el único pecador; nadie más es pecador en este mundo, solo tú. Pues, aun en ese caso, igual que hizo con Noé, Dios también te ofrecería a ti una vía de escape de la destrucción. Y no se trata de ninguna hipótesis. Es algo absolutamente cierto, un hecho histórico. Cuando Dios obró ese portento, no lo hizo con un arca de madera calafateada, sino con su Hijo amado clavado en una cruz.Nuestro Dios sabía que no somos buenos y que nunca podríamos merecer la salvación. Sin embargo, el Padre eterno se despojó de su único Hijo para dar una solución no solo a los justos como a Noé, sino a pecadores como nosotros. Era tan profundo el amor de Dios que aun si tú hubieses sido el único pecador que había en el mundo, de igual manera él habría mandado a su Hijo para que efectuara, tan solo por ti, un rescate que le costase la vida.Ser rescatados de nuestros pecados no depende de nuestros propios méritos. La salvación es un regalo del cielo. Por eso, reconociendo que fuimos salvos en algo mucho más precioso que un gran barco, debemos procurar que nuestras buenas obras sean un complemento de la fe que tenemos en la salvación que Jesús logró para nosotros.


Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/




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Dic . 18
¿Está completo tu bebé?
En seguida el rey dijo: «Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra». Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: «¡Ah, señor mío! Dad a esta el niño vivo, y no lo matéis». Mas la otra dijo: «Ni a mí ni a ti; partidlo». 1 Reyes 3:25,26 , 1 Reyes 3:25,26


¿Te has preguntado alguna vez por qué dos prostitutas se peleaban tanto por un hijo? Después de todo, los bebés de ambas eran ilegítimos. Cualquiera de las dos que se quedara con el bebé iba a tener que enfrentar una vida mucho más difícil, que implicaba no solo la responsabilidad de criar un hijo, sino gastos y una vida de más pobreza aún.Quizás ese bebé representaba una forma de escape del trabajo degradante que su madre practicaba. Su madre quizás razonaba que solo sería cuestión de tiempo para que su bebé creciera y fuera un hombre que cuidaría de ella para así no tener que prostituirse nunca más. O tal vez el bebé simplemente representaba ese apego cercano entre una madre y su hijo. En cualquier caso, Salomón tomó la decisión de partir al bebé por la mitad para descubrir quién era su madre en realidad. El sabía que el bebé sería demasiado querido para la verdadera madre y que esta se opondría a que su bebé acabara cortado en dos pedazos.


Hay una gran lección para nosotros en esto. Satanás siempre ha estado susurrando en nuestros oídos que tomemos las cosas de valor, y aun las cosas santas, y que las partamos por la mitad. Tal vez él nos anima a cortar nuestro tiempo de devoción con Dios por la mitad. Nos exhorta a cortar el tiempo que pasamos en oración por la mitad. El nos anima a que recortemos el diezmo del Señor por la mitad. En cuanto a lo social, quiere que partamos nuestro amor en dos: la mitad para nuestra esposa, y la mitad para una amante. Quiere que en nuestro trabajo seamos negligentes y que solo demos la mitad de nuestro verdadero potencial. Él quiere que los sábados no vayamos al culto entero, sino que procuremos ir a la mitad del servicio, o sea, al culto divino. Él quiere que lo partamos todo por la mitad. Satanás quiere que tomemos las cosas preciosas de Dios y de la vida y las cortemos por la mitad hasta que perdamos la sensibilidad y las cosas de suma importancia se vuelvan sin importancia.Pide a Dios sabiduría hoy para mantener las cosas del Señor y las cosas buenas de este mundo enteras y no en mitades. Quiera Dios que puedas presentarle completo todo lo que a él pertenece.

Diciembre 17
Dios siempre mantiene el control
Vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo
Isaías 6:1



La primera exigencia del ministerio publico de Jesús fue «Arrepentios». Esta exhortación fue hecha indiscriminadamente a todas las personas que lo escuchaban. Fue un llamado radical al cambio interior, en las percepciones, las disposiciones y los propósitos de la mente. A una nueva manera de mirar y relacionarse con Dios.Arrepentirse es algo que sucede dentro de la persona. Con el tiempo, ese cambio produce los frutos de una nueva conducta. Las buenas acciones no son el arrepentimiento, sino el fruto del mismo. El arrepentimiento es el cambio interior que produce las nuevas acciones. Jesús exige que sus seguidores, antes de obedecer, experimenten ese cambio dentro de sus corazones, porque se puede mostrar una buena conducta sin arrepentimiento, pero no puede haber arrepentimiento sin buena conducta.La experiencia del arrepentimiento es necesaria, porque produce un cambio en la mente y en las percepciones para ver a Dios de manera diferente, con una mentalidad renovada. Arrepentirse significa experimentar un cambio en la manera de pensar, para contemplar al Señor como el Dios fiel y verdadero, Alguien que no miente, que cumple todo lo que promete. Significa una mente nueva, capaz de ver a Dios en toda su santidad y hermosura, como Aquel que es digno de toda alabanza y obediencia.Cuando una persona experimenta el arrepentimiento su actitud en cuanto al Salvador cambia: Jesús se convierte en el punto central y en el valor supremo de su vida. Eso es lo que experimentó Simón de Cirene al encontrarse con Jesús aquel viernes al mediodía. Fue renovado interiormente, e inmediatamente cambió de dirección. En lo sucesivo, había de ir siempre en la misma dirección de Jesús. Mientras que la multitud consideraba que Jesús era un impostor, él lo consideró su Salvador; cuando otros lo consideraban un engañador, él lo consideró el Hijo de Dios. El arrepentimiento convierte a Jesús en el punto central y el valor supremo de la vida.Antes de que ocurra el arrepentimiento, hay cientos de cosas que parecen más importantes y más atractivas: la salud, la familia, el trabajo, los amigos, los deportes, la música, la comida, el sexo, las aficiones, la jubilación, las novelas; pero cuando Dios produce el arrepentimiento, Jesús se convierte en la Perla de gran precio.Dobla hoy las rodillas y pide al Señor la hermosa experiencia del arrepentimiento. Entonces el nuevo nacimiento hará que Jesús sea para tu vida lo único, lo mejor, tu todo, tu encanto, tu placer, tu héroe.

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¿Cuáles son tus puntos ciegos?
El que dice que está en la luz y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 1 Juan 2:9



No podemos ni siquiera imaginar lo que vio Isaías. De repente, Dios invadió su mundo. El profeta no lo esperaba, pero Dios se le acercó. En eso consiste el hecho de que Dios se revele a sí mismo: Dios entra en nuestro mundo. Toma la iniciativa, se mueve primero, busca primero, llama primero, llega primero. Cuando lo encontramos, descubrimos que ha estado buscándonos todo el tiempo. Dios toma la iniciativa y se acerca a nosotros. ¿Cómo ocurre este portento? No lo sabemos; lo que importa es que ocurre.Isaías no describe a Dios. Vio su trono, su manto; pero no podía ver la pura esencia de la Majestad del cielo. Lo primero que vio Isaías fue el impresionante trono de Dios, símbolo del gobierno absoluto y soberano del Todopoderoso, creador, preservador, sustentador y controlador del universo.El drama de la historia del pecado no terminará por accidente. Llegará a su conclusión por decisión divina.
Dios está en el centro de control del tiempo, del espacio y de la eternidad. Es Rey de reyes y Señor de señores. Pese a ser tan inmensos sus dominios, Dios conoce hasta tu dirección y tu código postal. Le preocupa personalmente todo lo que te preocupa a ti. Todo lo que haces es importante para él.A veces pensamos que Dios es un Señor ausente del planeta Tierra. Hay quienes creen que Dios creó el mundo y luego lo dejó a la deriva, abandonado a su propia suerte. Pero eso es una acusación y una calumnia. Dios se interesa en nosotros. Conoce nuestro pesar, nuestro dolor, la crisis que afrontamos. Influye para que todas las cosas redunden en bien de los que lo aman.
Hoy te invita a mirar hacia su trono y reconocer que todavía mantiene el control de todas las cosas. Está en su trono alto y sublime, por encima de todas las cosas: por encima de esa enfermedad incurable, del problema cardíaco, del cáncer, de ese diagnóstico que te angustia, de la muerte, de esa hipoteca que te desespera, de esos enemigos que te amenazan, de ese juez que decidirá tu caso, de esa tentación que no puedes vencer, de ese pecado que ha manchado tu vida y te ha hecho prisionero de la culpa.Acepta y sigue hoy el consejo bíblico: «Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (Heb. 4:16).


Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/
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¿Que siginifica arrepentirse?
Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: «Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha acercado». Mateo 4:17

La primera exigencia del ministerio publico de Jesús fue «Arrepentios». Esta exhortación fue hecha indiscriminadamente a todas las personas que lo escuchaban. Fue un llamado radical al cambio interior, en las percepciones, las disposiciones y los propósitos de la mente. A una nueva manera de mirar y relacionarse con Dios. Arrepentirse es algo que sucede dentro de la persona. Con el tiempo, ese cambio produce los frutos de una nueva conducta. Las buenas acciones no son el arrepentimiento, sino el fruto del mismo.
El arrepentimiento es el cambio interior que produce las nuevas acciones. Jesús exige que sus seguidores, antes de obedecer, experimenten ese cambio dentro de sus corazones, porque se puede mostrar una buena conducta sin arrepentimiento, pero no puede haber arrepentimiento sin buena conducta.La experiencia del arrepentimiento es necesaria, porque produce un cambio en la mente y en las percepciones para ver a Dios de manera diferente, con una mentalidad renovada. Arrepentirse significa experimentar un cambio en la manera de pensar, para contemplar al Señor como el Dios fiel y verdadero, Alguien que no miente, que cumple todo lo que promete. Significa una mente nueva, capaz de ver a Dios en toda su santidad y hermosura, como Aquel que es digno de toda alabanza y obediencia.
Cuando una persona experimenta el arrepentimiento su actitud en cuanto al Salvador cambia: Jesús se convierte en el punto central y en el valor supremo de su vida. Eso es lo que experimentó Simón de Cirene al encontrarse con Jesús aquel viernes al mediodía. Fue renovado interiormente, e inmediatamente cambió de dirección. En lo sucesivo, había de ir siempre en la misma dirección de Jesús. Mientras que la multitud consideraba que Jesús era un impostor, él lo consideró su Salvador; cuando otros lo consideraban un engañador, él lo consideró el Hijo de Dios.
El arrepentimiento convierte a Jesús en el punto central y el valor supremo de la vida.Antes de que ocurra el arrepentimiento, hay cientos de cosas que parecen más importantes y más atractivas: la salud, la familia, el trabajo, los amigos, los deportes, la música, la comida, el sexo, las aficiones, la jubilación, las novelas; pero cuando Dios produce el arrepentimiento, Jesús se convierte en la Perla de gran precio.
Dobla hoy las rodillas y pide al Señor la hermosa experiencia del arrepentimiento. Entonces el nuevo nacimiento hará que Jesús sea para tu vida lo único, lo mejor, tu todo, tu encanto, tu placer, tu héroe.
Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/
¿Quién contra nosotros?
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Romanos 8:31

Durante muchos años se han usado las represas para controlar el agua, cambiar el curso de los ríos, prevenir inundaciones, y almacenar el agua, abundante en algunas ocasiones para poder irrigar la tierra en tiempos de escasez hídrica. Sin embargo, ni siquiera las represas más modernas construidas en la actualidad pueden detener por completo el flujo del agua dentro de sus cauces, ni impedir su regreso final a los mares.
La Biblia habla en varios lugares de fuerzas opuestas a nuestros intereses eternos que actúan como corrientes impetuosas, pues tratan de llevar al naufragio nuestra fe y echar a perder los propósitos de Dios para nuestra vida. Así, el profeta Isaías afirma: «Vendrá el enemigo como río» (Isa. 59:19). A veces podemos llegar a pensar que nadie podrá detener todo aquello que está en contra nuestra: personas que buscan por todos los medios posibles hacernos daño; pecados que no hemos podido vencer, a pesar de nuestras buenas intenciones, y que nos han hecho caer vez tras vez; desafíos, que, en potencia, pueden desviarnos y hasta afectar de manera temporal los buenos planes que Dios tiene para nuestro éxito. Todas estas cosas se asemejan al río impetuoso del que hablaba el profeta Isaías.
Quizá hemos sido arrastrados por las corrientes pecaminosas de este mundo, por malas decisiones que tomamos, o por errores que cometimos. Si es así, pon todas esas circunstancias en las manos de Dios, pues él puede detener con éxito todas esas fuerzas malignas que no puedes enfrentar por ti mismo. La Biblia señala que el poder de Dios es suficiente para superar tales cosas. Más que suficiente, es infinito. Cuando habla de él, la Palabra de Dios presenta figuras e imágenes extraordinarias para que depositemos nuestra confianza en él. Se dice que es «torre fuerte», «gigante poderoso», «el león de la tribu de Judá». Sí, eso y más es nuestro Dios. ¿Quién podrá sostenerse en pie delante de él?
Los planes que Dios tiene nunca pueden ser derrotados. Él siempre ha salido victorioso, y eso es una buena noticia hoy para nosotros. Puedes estar completamente seguro esta mañana que Dios puede enfrentarse con todo lo que te sobrevenga. Con él la victoria es segura. Solo cuida de que tus propósitos sean acordes con los del Señor.
Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/
Razones para confiar en Dios
¡Confía en Jehová, y haz el bien; y habitaras en la tierra y te apacentaras de la verdad. Salmo 37:3

¿Confías en Dios en todo momento y circunstancia? ¿Confías en él aunque tarde en responder a tus peticiones? ¿Confía en él aunque responda de una manera contraria a lo que esperas? Conocí a una joven madre de veinticuatro años de edad.Tenía una hermosa bebé. Servía fielmente al Señor junto con su esposo. Era una pareja muy feliz. Un día esa felicidad se vio interrumpida. Después de un examen médico, diagnosticaron a esta joven esposa un cáncer terminal. Oraron durante varios meses para que el Señor la restableciera, pero, con el correr del tiempo, su cuerpo se iba debilitando más cada vez. Los que la visitaban sabían que la hora de su muerte se aproximaba.
Un día vino a visitarla uno de sus amigos, quien le dijo: «Tengo una buena noticia para ti. Puedes ser curada de tu terrible enfermedad. Te aconsejo que visites el centro espiritista. Te aseguro al cien por cien que tu cáncer desaparecerá. Muchas personas que han visitado dicho centro han sanado de sus enfermedades». La apuesta de esta hija de Dios fue: «No iré. Prefiero perder unos cuantos años más de vida en esta tierra que privarme de vivir eternamente con Jesús. Estoy dispuesta a confiar complenamente en él hasta que dé mi último suspiro».

¿Cuáles son las razones que se nos presentan en la Palabra de Dios para confiar firmemente en él en toda circunstancia?

El es absolutamente fiel. El profeta dice: «Grande es tu fidelidad» (Lam. 3:23). ¿Cuándo fue la última vez que Dios se apartó y te dejó solo? Nunca lo ha hecho y nunca lo hará. Independientemente de lo que estés afrontando, Dios conoce cada detalle de tu vida y está contigo para mostrarte cómo resolver cada uno de tus problemas.

El es poderoso. Jesús dijo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra» (Mat. 28: 18). Henry Thiessen escribió: «Dios puede hacer todo lo que sea su voluntad, pero él no necesariamente hará todas las cosas»- El Dios omnipotente es una fuente de consuelo y esperanza para el cristiano.

Él te ama incondicionalmente. «Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado» (Juan 15: 9). Dios nunca ha dejado de amarte, ni cuando te portas mal. Es precisamente la seguridad de su amor lo que te aparta del pecado.

Gózate hoy, cualquiera sean las circunstancias que enfrentes. Confía plenamente, porque tu Dios es fiel, poderoso, y te ama con amor eterno.

Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/

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Diciembre 12
La reconstrucción de tu fe
Jesús les dijo: «Por vuestra poca fe, porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza diréis a este monte: "Pásate de aquí allá", y se pasará; y nada os será imposible». Mateo 17 :2


Cuando las circunstancias por las que atravesamos parecen tomar un giro inesperado para peor, muchas veces nuestra fe se ve sacudida y, desesperados, nos preguntamos cuáles son los pasos que tenemos que dar para hacer frente a la tragedia y a las injusticias que enfrentamos. Independientemente de cuáles sean las dificultades concretas, una fe firme nos capacitará para hacer frente a todas las pruebas que puedan venir.

¿Qué hacer cuando los problemas de la vida golpean nuestra fe? Si las circunstancias son tales que nuestros planteamientos anteriores han quedado desbordados por la realidad, ¿cómo podemos recuperar nuestra confianza en Dios? He aquí tres consejos que pueden resultarte útiles.

• Adopta la firme decisión de creer que Dios es fiel y totalmente digno de confianza; siente la seguridad de que el Señor siempre cumplirá sus promesas. El desea lo mejor para tu vida. A veces, lo que pensamos que es lo mejor está en conflicto con lo que Dios piensa que es lo mejor. Sin embargo, los caminos de Dios son los únicos que nos conducen a la dicha y a la paz, pues fortalecen el carácter y siempre dan magníficos resultados.

• Elimina toda duda en cuanto a Dios. Rechaza todas las insinuaciones al respecto que el diablo suscite en tu mente. Mi tío y mi padre, cuando jóvenes, eran diáconos de la iglesia a la que asistían. Un miércoles salieron de su casa hacia el templo para hacer la limpieza y quedarse para el culto de oración y testimonios. Cuando regresaron a su casa, encontraron que los ladrones les habían robado todo. Mi tío exclamó: «No es posible que mientras adorábamos al Señor en su templo, él no haya cuidado nuestra casa». Aceptó la duda en su mente, abandonó la iglesia y finalmente murió alcohólico. Cuando decidimos no mirar nuestras circunstancias con los ojos de la duda, experimentaremos paz y tranquilidad.

• Lee la Palabra de Dios y medita en sus promesas. Fundamenta tu fe en las promesas de Dios. Eso es lo único que garantiza que tu fe no naufrague cuando ruja la tempestad.Cree hoy firmemente que Dios cumplirá todo lo que te ha prometido. Él es fiel y verdadero. Descansa en sus promesas.
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Reposo en Sion
¡Ay de los reposados en Sion, y de los confiados en el monte de Samaria, los notables y principales entre las naciones, a los cuales acude la casa de Israel! Amós 6:1

La autocomplacencia y la indiferencia espiritual eran las características distintivas de los pueblos de Israel y de Judá en los días del profeta Amos. El profeta sentía intensamente en su corazón el peso del pecado del pueblo hebreo en su conjunto. Predicó sus mensajes proféticos a tanto a los habitantes del reino del norte como a sus paisanos del reino de Judá, gente, en su mayoría, orgullosa de su posición social.
Confiaban más en sus logros que en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob.En aquella época, las clases hebreas más acomodadas estaban entregadas a la música, al placer y a los finos vinos que bebían. Tal como denuncia el profeta, dormían en camas de marfil, y no les preocupaban los pobres ni los afligidos. En su extraña y exuberante adoración, se olvidaban del sufrimiento de sus hermanos. Se aislaron de aquellos que estaban perdidos sin el conocimiento del Dios verdadero y en esclavitud. Inesperadamente, en medio de los banquetes y las danzas con las que se entretenían aquellos creyentes profesos, Dios les envió al profeta Amos con el siguiente mensaje: «¡Ay de los reposados en Sion y de los confiados en el monte de Samaría!» (Amos 6: 1).
Aunque vivamos más de dos milenios y medio después de aquella época, el mensaje del profeta Amos resulta especialmente pertinente para nosotros y para nuestro tiempo. Debemos ser cuidadosos para no caer en la complacencia e indiferencia del pueblo de Israel en los días de Amos.Los actos de adoración en la iglesia no son el final de la gloria de Dios, son solamente el comienzo. Debemos salir para demostrar al mundo que hemos tenido un encuentro con el Altísimo.
Ese mundo vacilante lleno de desigualdad, al borde de la eternidad, en el gran valle de la decisión, como si fluctuara entre el cielo y el infierno, necesita más que un nuevo CD o un libro: necesita una demostración de Jesucristo. A la puerta de nuestras iglesias hay una cantidad de obstáculos que mantienen a los perdidos fuera.
Cuídate hoy para que no te veas desviado de tu curso, del propósito para el cual hemos sido llamados como pueblo de Dios. Vigila todos tus pasos. No des lugar a la complacencia, ni dejes que las cosas de este mundo te distraigan de tu cometido.

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Sujeto a Jesús te irá mejor
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. Isaías 40:31



Hace un par de años conversaba con un miembro de nuestra iglesia. Me decía: «Creo que si tan solo la iglesia me diera un poco más de libertad, mi progreso sería mayor. Estoy convencido de que las normas y algunas creencias suponen una limitación; dificultan, de hecho, ir más allá de donde me encuentro».
Sin duda, no es el único que piensa que ciertas doctrinas le impiden disfrutar de algunos deleites de la vida. He escuchado a algunos decir que el Manual de la Iglesia supone un obstáculo para la realización de cosas que supondrían, según su punto de vista, mayor crecimiento. Y, ¡para qué hablar de la manera en que expresan su opinión acerca de los sabios consejos de Elena G. de White! La gente a menudo teme que la entrega a Jesucristo significa una interminable lista de noes. Algunas personas son vulnerables, sobre todo, a la mentira de que Dios siempre restringirá su creatividad y su desarrollo. Temen que nunca logren alcanzar su pleno potencial si se atan a muchas restricciones religiosas.
Aunque parezca triste, la gran verdad es que ningún ser humano alcanzará su verdadero potencial si no está unido a Jesús.

Lo mismo puede decirse de quienes ven en los mandamientos trabas que los privan de realizar todas las cosas que consideran divertidas. Esas personas desconocen que el gozo verdadero y duradero es el resultado de seguir a Jesús y servirlo. ¿Has observado a una cometa volar con el viento? Estoy seguro de que jamás se te ocurriría decir que la cuerda que la sostiene es una carga o que estorbe. La cuerda no está para impedir el funcionamiento de la cometa; de hecho, esta no va a volar a menos que esté asociada a la cuerda. No se puede cortar la cuerda y esperar que la cometa vuele hacia el cielo. Si se corta la cuerda, la cometa se estrellará contra el suelo poco después. La cuerda mantiene la posición de la cometa con respecto al viento, y permite usarlo para su beneficio. Sin el cordel, la cometa estaría a merced de cualquier influencia que pasara por el lugar, y, sin duda, terminaría atrapada en un árbol o destrozada contra el suelo. Cuando llega el momento de que la cometa regrese a tierra, el cordel la atrae con suavidad, evitando las ramas de los árboles.

Piensa hoy que tu entrega diaria a Jesús no es pesada, ni tampoco te quita el gozo verdadero. En su presencia hay deleite. Dios se asegura de que los vientos de la vida soplen a tu favor. Vive unido a Jesús.

Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/




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Diciembre 9
Un ataque contra Dios

Y el hijo le dijo: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti y ya no soy digno de ser llamado tu hijo». Lucas 15:21

El cristiano que desea alcanzar la victoria sobre el pecado debe tener en su mente una idea clara de todo lo que implica el acto pecaminoso. Se dice que la paga del pecado es la muerte, que pecar roba la paz del corazón, que es un desperdicio de la vida, y que afecta física y emocionalmente. A pesar de todo lo que se pierde, el número de personas que hemos pecado contra Dios no puede contarse.
¿Cuál es la razón principal para cortar toda relación con el pecado? ¿El castigo? ¿El lago de fuego? ¿La vida eterna? ¿Que lo borren a uno de los libros de iglesia? De la siguiente historia podemos extraer la verdadera razón.
A un joven de dieciocho años de edad, hijo de padres adventistas, las malas compañías lo arrastraron al pecado. Practicaba toda clase de vicios, desde fumar cigarrillos hasta pasar su tiempo en lugares inmorales. Como era de esperar, su padre no aceptaba en forma alguna tal conducta. Le aplicó todo tipo de castigos, pero nada hizo que este joven cambiara su mal proceder.
Un día en que el muchacho regresó a casa después de estar con sus amigos tomando bebidas alcohólicas, su padre lo llevó a un lugar solitario. El joven debe de haber pensado que sería para recibir una soberana paliza. Su padre, hombre fuerte y corpulento, se lo quedó mirando fijamente al rostro, como diciéndole algo, pero sin palabras. Después de un par de minutos, explotó en llanto. Cuando el joven rebelde vio las lágrimas que corrían como aguas desbordadas por el rostro de su padre, entendió que su pecado iba más allá de dañar su propia salud, más allá de violar una norma, o de afectar una relación paterno-filial. Entendió que su pecado despedazaba el corazón de un padre amante. Ese día terminó su rebeldía y decidió no causar más dolor a quien lo amaba tanto.
Si quieres dejar de pecar, piensa en lo siguiente:

• El pecado no solo te hiere a ti, sino que es una ofensa contra el cielo, contra Dios. Esa es la naturaleza fundamental del pecado. Es un ataque contra Dios.

• El pecado deshonra a Dios, y supone una difamación de su honor en la que incurrimos mediante nuestra conducta y actitud degradante. Nos perjudica a nosotros y a los que nos contemplan.

Enfréntate hoy al enemigo, no pensando en tu prestigio, empleo, buena fama, o en el qué dirán. Hazle frente pensando que cada pecado que cometas crucificará de nuevo al Hijo de Dios.

Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/


Vivir por fe
He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá. Habacuc 2:4
Vivir por fe, es una expresión muy común en el vocabulario cristiano. En cambio, en el mundo secular el lema es, más bien, "Hasta no ver, no creer". Entre los miembros del reino de Jesucristo se promueve el mensaje de vivir por fe. Sin embargo, la idea de vivir por fe puede sonar emocionante y evocar toda suerte de aventuras emocionantes al principio. No obstante, con frecuencia, las personas encuentran mayor atractivo en la seguridad de saber qué es lo que va a ocurrir, en estar al mando de su propio futuro.Obviamente, es más cómodo creer en lo tangible, en lo que se puede ver.
Hay más seguridad cuando se tiene un buen empleo, una casa bonita, y algo de dinero en el banco, que en esperar que algo nos llegue mediante una mano invisible. Los que están desempleados y sin techo, los que han perdido a un ser querido o viven con una enfermedad incurable, frecuentemente se preguntan si tiene algún sentido confiar en Dios.¿Cómo están las perspectivas de tu fe?
Muchos tenemos nuestra propia agenda, en la que ocupa un lugar destacado nuestro punto de vista personal de cómo creemos que debe ser la intervención de Dios, de cómo debe gobernar el mundo, o de cómo debe impartir justicia. Molestos a veces por lo que ha hecho otra persona, decimos que Dios debería haberle dado un castigo doble del que recibió. Nos sentimos disconformes cuando él no actúa de acuerdo al tiempo que nosotros establecemos o en la forma que deseamos que haga las cosas. En consecuencia, nos angustiamos y confundimos. El profeta Habacuc vivió una situación similar. Su libro, una especie de diario personal, pone de manifiesto su disconformidad, sus dudas y su enojo con la actuación de Dios.Una cosa es cierta: es imposible llamar a otros a la fe en Dios cuando nuestro propio corazón está lleno de tales sentimientos e interrogantes acerca de Dios. Quien considera a Dios completamente invisible no puede regocijarse en su fuerza. En una condición tal, la perspectiva de fe necesita cambiar, porque antes de que puedas persuadir a otras personas para que pongan su fe en Dios, debe cambiar la comprensión que tienes del Soberano del universo.Con la fe de un niño, acepta hoy la conducción divina. Di al Señor que estás satisfecho con su dirección soberana, y abre tu corazón a la dinámica de la fe.

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Diciembre 7
¿Condenado por obedecer?
Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Lucas 18:14



Dios procura guiar a sus hijos para que tomemos decisiones sabias. Aunque clamamos a Dios pidiendo su dirección con frecuencia, no siempre hacemos lo que él indica que debe hacerse. Demasiado a menudo, hemos tomado un curso de acción contrario al que el Señor aconseja en su santa Palabra o al que él manifiesta a nuestra mente y nuestra conciencia a través del Espíritu Santo. Desgraciadamente, no siempre seguimos su consejo.


¿Qué podemos esperar cuando dejamos de aceptar la voz de Dios, cuando adoptamos decisiones basadas en la lógica o el criterio humanos? La historia registrada en Génesis 3: 1-7 muestra que Eva enfrentaba un conflicto entre lo que Dios había dicho y lo representado por sus propios deseos. Lamentablemente, decidió creer la mentira y no la verdad, aceptar el consejo del diablo y no el consejo de Dios, dejarse guiar por el que deseaba su ruina y no por el que deseaba su dicha y su felicidad. Como consecuencia de la fatídica decisión adoptada por ella y por su esposo, el pecado entró en el mundo, con su secuela de dolor, llanto, miseria y muerte.Eva sabía muy bien lo que Dios requería de ella. Sin embargo, centró su atención en los atractivos de la oferta de Satanás. Sopesó cada opción contra los deseos de su propio corazón y, desgraciadamente, optó por lo que resultaba más agradable para sus ojos.


Cuando seguimos una conducta similar a la de Eva, lo que en realidad decimos a Dios es: «Muchísimas gracias por tu consejo, pero haré las cosas a mi manera, y no como tú quieres». Quizá no acabemos de expresar esas palabras, pero nuestras acciones comportan ese mensaje. Debemos ser cuidadosos de cómo respondemos a los llamamientos de Dios.Dios se ha hecho asequible y disponible. Anhela que lo busquemos y le permitamos poner en nuestra mente sus pensamientos, para que podamos decidir correctamente. Si pedimos que nos ilumine para tomar decisiones correctas, entonces debemos atender su Palabra. Si deseas evitarte muchas frustraciones, fracasos y pesares, sé obediente y pide fortaleza para seguir el consejo divino.




Diciembre 6
Seguir el consejo de Dios

Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella. Génesis 3:6



Pese a su obediencia, el fariseo no fue justificado. Era justo según su criterio. Hombre fiel a su esposa, ayunaba dos veces a la semana y daba diezmos de todo lo que poseía. Si yo hubiese sido su pastor, no me lo habría pensado dos veces a la hora de ponerlo como primer anciano de la iglesia. Sin embargo, Jesús percibía que ese caballero andaba mal.¿Acaso la obediencia no es importante? ¿Qué sucedió en el caso del fariseo? ¿Debemos tomarnos la obediencia en serio o no?


La obediencia es importante. La Biblia enfatiza vez tras vez que Dios requiere nuestra obediencia. Se deleita cuando hacemos lo que pide. El problema del fariseo estuvo en que usó la obediencia como medio de salvación. Las cosas buenas que hacía respondían a su deseo de sentirse orgulloso y seguro, y de humillar a los demás.Si la obediencia no cuenta para nuestra salvación, ¿por qué la exige Dios? La preocupación de Dios por nosotros surge de su profundo amor y devoción. Él manda nuestra obediencia no porque sea muy estricto y exigente, sino porque conoce el efecto que la desobediencia y el pecado tendrán sobre nuestra vida. En cambio, Satanás tiene otro objetivo en mente, pues sabe que si puede atraernos al pecado, nuestras acciones deshonrarán al Señor y causarán dolor al corazón de Dios.


La desobediencia también tiene temibles repercusiones en forma de sentimientos de culpa, de vergüenza, de desprecio, vidas quebrantadas, matrimonios destruidos y amargas disputas. Sansón desobedeció por creer que no necesitaba la fuerza de Dios y terminó ciego, arruinado y transformado objeto de mofa. Saúl desobedeció y terminó en el suicidio. Caín desobedeció y vivió errante y fugitivo. Jonás desobedeció y un animal marino se lo tragó. Judas desobedeció y murió ahorcado. Aunque el amor divino no cambia, el pecado interrumpe nuestra comunión con el Señor. La desobediencia envía un mensaje a Dios que declara que, en lo que respecta a regir nuestra vida, nosotros sabemos más que él.No hay un solo momento en que la obediencia carezca de importancia para el Señor. Dios requiere tu obediencia en cada circunstancia de tu vida. Decir una mentirijilla puede ser tan perjudicial para nuestro bienestar espiritual como sucumbir ante una tentación mayor, como el adulterio o el robo. La obediencia es una cerca de protección contra el mal. Gózate siempre en obedecer.




Diciembre 5
Quédate con él para siempre

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:5




Qué metas esperas alcanzar? ¿Qué sueño ha puesto Dios en tu corazón que anhelas ver hecho realidad? A pesar de tus temores e inseguridades, tú sí puedes realizar esos anhelos. Para tener éxito en la vida cristiana tienes que poner tu centro de atención en Jesucristo. Él mismo lo declaró: «Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí» (Juan 15:4).Cuando permanecemos siempre con el Señor, cuando no lo abandonamos, y estamos constantemente a su lado, él nos coloca en el puesto que desea que ocupemos. Sencillamente, lo que se requiere para triunfar en la vida cristiana es confianza total en el Señor.Aprender a permanecer en vez de esforzarnos por alcanzar algo nos enseña a poner nuestra confianza en Alguien que sabe mucho más que nosotros en cuanto a la vida y al porvenir.


Permanecer en Jesús significa que el Salvador es en todo momento la causa de todo bien en nuestra vida. Sin él no podemos hacer nada verdaderamente bueno, nada que honre a Dios y exalte a Cristo. Permanecer en él es confianza continua en la verdad de las palabras de Jesús y en la certeza de su amor. Nunca dejamos de creer que él nos ama. Aunque suframos persecuciones, enfermedades o abandono, siempre estamos convencidos de que su amor nunca cesa. Nos ama hoy igual que nos amaba ayer, y su amor por nosotros no cambiará mañana. Es el amor incondicional de Dios lo que nos cambia y trae consigo una realización duradera.


Tan pronto entendemos y aceptamos que no hay amor más grande que el amor de Dios, estamos listos para dar el primer paso a esa vida abundante, plena y extraordinaria.La persona que permanece en el Señor ya no vive para sí, sino para Jesucristo. Descubre que Dios toma sus pensamientos y los conforma a su voluntad y propósito, que el Señor aguza sus talentos, purifica su mente y lo prepara para el servicio de su reino. Sus tesoros terrenales y las cosas que tiene en gran estima se convierten en ofrendas de alabanza y adoración. Los sentimientos de rencor y amargura se desvanecen, porque recibimos el amor y el perdón divinos.Permanece en el Señor y descansarás, porque Dios tiene el control de todas las cosas. Contémplalo solo a él, no las cosas que te hacen sentir temor e inseguridad.
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Examínate los ojos
Pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Mateo 6:23



Jesús está profundamente preocupado por nuestros ojos. Esto lo podemos comprobar en la desconcertante declaración que hizo y que está registrada en Mateo 6: 22, 23: «La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?» En otras palabras, Jesús nos dice que la manera en que vemos la realidad que nos rodea determina si estamos en tinieblas o no. Nuestro Señor afirma que el ojo es la lámpara del cuerpo y que un ojo bueno transmite plenitud de luz al alma.Examínate los ojos. El ojo maligno acarrea tinieblas; no ve la misericordia de Dios como algo hermoso, sino que lo ve a él como un amo severo, exigente e injusto.
El ojo maligno ve en el dinero algo más atractivo que Dios; su imagen está distorsionada; no ve la realidad tal cual es.¿Cómo es el ojo bueno que nos llena de luz? Un ojo bueno es un ojo que hace valoraciones sabias, un ojo con criterio. Ve la belleza y la fealdad, detecta lo que es de valor y lo que es despreciable, discierne lo que es deseable y lo que es indeseable. Es un buen guía en el camino hacia la luz.Si tu ojo es bueno, te gozará con el Dios de tu salvación, verás la iglesia como la comunidad de los hijos de Dios y desearás permanecer en ella. Verás la Biblia como la carta de amor de Jesús y será para ti un deleite estudiarla. Verás el diezmo como la renta del evangelio y te gozarás en devolverlo para promover a Jesús. Las cosas de arriba serán más atractivas que las de la tierra. Verás a tu esposa como la que Dios buscó para ti y estarás complacido con ella.
El ojo bueno es un ojo excepcional. Tiene un tesoro: el mismo Dios. Cuando tenemos ese don, nuestra vida se llena de luz.Hoy debes preguntarte: «¿Cómo están mis ojos? ¿Percibo correctamente la bondad de Dios? ¿Detecto su dirección para mi vida, para su iglesia, para su obra?» Sé vigilante; no seas superficial ni negligente o descuidado en este asunto. Esfuérzate, lucha, pelea por mantener tus ojos en buen estado. Haz lo que sea necesario para ver a Dios como lo supremo, lo más valioso y deseable.
Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/




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Solo la fe puede dormir sin preocupaciones
Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: «Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?» Marcos 4:38

Ya conoces la historia. El mar tranquilo y seguro. La calma daba a los discípulos una sensación de seguridad mientras navegaban sobre el mar de Galilea. No sentían ningún temor. La serenidad de la superficie de las aguas les transmitía sentimientos de completa paz. No sentían ninguna preocupación.

Pero de repente todo cambió dramáticamente. La frágil embarcación se vio agitada por una de las típicas y repentinas tormentas del mar de Galilea. Los fuertes vientos levantaron grandes olas que pusieron inmediatamente en peligro la embarcación. La paz y la seguridad desaparecieron. El terror se apoderó de los doce discípulos. Los gritos de temor se mezclaron con los gritos de frenética actividad para tratar de salvar la barca y sus vidas. Lucharon como siempre lo habían hecho, para salvarse. En su lucha y desesperación para salvarse a sí mismos, olvidaron que Jesús iba con ellos en la barca.

Pero Jesús dormía tranquilamente. ¿Has pensado alguna vez en esta circunstancia? ¡Dormir en medio del fragor de los truenos, los relámpagos, las olas y los gritos de aquellos doce hombres! ¡Y de la espuma producida por el agua que azotaba a la embarcación y que sin duda lo mojaba a él! Pues sí, a pesar de todo eso, Jesús dormía.

Solamente la fe es capaz de dormir sin temor ni preocupaciones. La fe se aferra a la seguridad de Dios. La fe le toma la palabra a Dios. La fe mira más allá de las circunstancias. La fe ve una salida más allá del oscuro túnel del dolor y la prueba. Los discípulos estaban aterrorizados mientras Jesús dormía. Solamente la fe es capaz de vencer el temor. La fe de Daniel venció el temor a los leones. La fe de José venció el temor al pozo de la desesperación, a la prisión y a la muerte, que eran la suerte de un esclavo. 1 ,a fe de David venció el temor al gigante Goliat. La fe de la viuda de Sarepta venció el temor al hambre y a la muerte.

El cristiano de fe no depende de las circunstancias. Cree cuando el mar está sereno y las condiciones son favorables; y cree cuando sopla airada la tempestad. El cristiano dice: «En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado» (Sal. 4: 8). En el caso de nuestro Señor, ese pasaje podría parafrasearse así: «Aunque sople airada la tempestad y retumben los truenos y me moje el agua, en paz me acostaré y asimismo dormiré». Digamos nosotros lo mismo hoy, no importa la tempestad que nos amenace.


Septiembre 19: Agrada a Dios aquí y ahora
Sin fe es imposible agraciar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6


Todos estamos familiarizados con aquel dicho que dice: «Ver para creer». Pero en el lenguaje de Dios es todo lo contrario, por lo cual el dicho diría: «Creer para ver». Por eso, como en el cielo todo el mundo verá bien, no será necesaria la fe. Pero aquí, es imposible agradar a Dios sin este elemento tan importante. El apóstol presenta varios ejemplos de los ilustres personajes que tuvieron verdadera «fe».

Abel, el justo; Enoc, el que fue traslado al cielo sin ver la muerte; Noé, varón perfecto en su tiempo; Abraham, el padre de la fe; Isaac, el pacificador; Jacob, el vencedor de Dios y de los hombres; Sara, la princesa feliz; José, la rama fructífera; Moisés, el gran conductor de pueblos; Rahab, la ramera convertida; y muchos otros, que agradaron a Dios porque tuvieron fe.
¿Por qué es imposible agradar a Dios sin fe? Un ejemplo de esto son Abel y Enoc: Abel fue justo y Enoc caminó con Dios. Sin fe no habrían podido dar semejante testimonio. Lo mismo debemos hacer nosotros. No tanto esforzarnos por ser justos y caminar con Dios, como hicieron estos héroes, sino viviendo por fe, como ellos vivieron, para poder agradar a Dios como ellos lo hicieron.

También la creencia en la existencia de Dios es producto de la fe. Solo por la fe puede vivir el cristiano sirviendo a un Dios a quien no puede ver. Sin fe es imposible servir a Dios. Pero el cristiano que tiene fe no solo cree en la existencia de Dios; sino que para él es más real que si lo hubiera visto. Por eso dice San Pablo: «Porque por fe andamos, no por vista» (2 Cor. 5: 7). La vista es un estorbo para el cristiano. La fe es más segura para «andar con Dios», como lo hicieron todos los héroes de la fe.
También es importante creer en el galardón que Dios tiene preparado para sus hijos fieles. Los hombres de fe tienen «la mirada puesta en el galardón», como Moisés (Heb. 11: 26). El mayor galardón que los héroes de la fe (nosotros entre ellos) recibirán es que «verán su rostro y su nombre estará en sus frentes» (Apoc. 22: 4).

La fe es una de las cosas que más agradan a Dios. Y, por supuesto, los hombres y las mujeres de fe son sus favoritos. La fe es algo que tenemos el privilegio de poner en práctica aquí y ahora. Decide hoy vivir por fe para agradar a Dios.


Septiembre 18 : La disciplina de la lengua
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Efesios 4:29


Solemos hablar de la disciplina personal, de la de los hijos, de la eclesiástica..., pero hablamos muy poco de la disciplina de la lengua. Sin embargo, ¡cuánta necesidad tiene el mundo de una disciplina de la lengua! Santiago dijo que una lengua indisciplinada es «un mundo de maldad» (Sant. 3: 6). Nuestra lengua debe ser disciplinada para que no pronuncie palabras falsas, airadas, mentirosas, corrompidas, innecesarias, blasfemas y de juicio y condenación hacia los demás.

En cambio, la lengua también debe ser disciplinada para que pronuncie palabras que edifiquen a los demás y que den gracia a los oyentes, como dice nuestro versículo de hoy. Otra vez cabe consignar aquí las instrucciones que nuestro Señor dio en el Sermón del Monte, que, según todos los cristianos aceptamos, es la ley fundamental del reino de Dios: «Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede» (Mat. 5: 37).
La solemne amonestación de Jesús está en armonía con la literatura sapiencial del Antiguo Testamento. Proverbios 13: 3 afirma: «El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad». Nuestro Señor dijo que todo lo que digamos después de decir «Sí», o «No», ya tiene un mal origen. Y Salomón dice que quien abre mucho sus labios (para hablar, por supuesto) «tendrá calamidad». Por eso, el rey sabio aconsejó: «No dejes que tu boca te haga pecar» (Ecl. 5.6).

No es posible ponderar en exceso la gravedad de hablar demasiado. La persona que habla demasiado se expone a muchos errores, de muchos de los cuales solo se enterará cuando ya sea demasiado tarde. El que habla mucho no se da cuenta de que va dejando una ola de heridas por el camino que transita, y tarde o temprano lo alcanzará la «calamidad».


La persona que disciplina su lengua tiene grandes ventajas. Se librará de muchos problemas ahora y en la eternidad. Uno de los peligros es dañar a las criaturas de Dios. Las palabras descuidadas podrían afectar y dañar a esas personas, que son el proyecto de Dios.


Decide hoy no hablar mal de otros, juzgarlos y condenarlos. Entonces en la comunidad cristiana fluirá el gozo. Muchas cosas buenas ocurrirán en tu relación matrimonial, en la iglesia y en tu lugar de trabajo si disciplinas tu lengua. Si así lo haces, todas tus palabras serán edificantes y llenarán de gracia y de gozo el corazón de todos los que las escuchen.


Tomado del Libro de Meditaciones 2009 "Siempre gozosos , experimentando el amor de Dios" del Pastor Juan O. Perla, Más meditaciones en REFLEXIONES PARA VIVIR: http://www.johnsotilonline.blogspot.com/
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